El arte y la arquitectura romanos se caracterizan por su monumentalidad, la construcción de edificios colosales al servicio de lo funcional y lo práctico pero que a la vez tiene un papel muy concreto, la propaganda al servicio del gobierno, todo ello siguiendo pautas claras como son la utilidad, la firmeza y lo estético. Esto hizo de los romanos se convirtieran en unos grandes constructores que a través de elementos como el hormigón o el ladrillo levantarán sus construcciones donde los arcos y las bóvedas tendrán un papel destacado.
Las bóvedas utilizadas por los romanos permitieron cubrir grandes espacios y romper con el cerramiento estático de las formas helenísticas como forma de innovación, pues aunque el modelo lo heredaron de estos y de los etruscos, los romanos lo llevaron a una notable perfección. Su construcción se realizaba a través de un armazón de madera llamado cimbra y utilizando materiales como el mármol o opus caementicium principalmente, aunque también otros como el opus latericium o ladrillo, opus reticulatum, opus spigatum o el opus cuadratum. Entre los diversos modelos que encontramos caben destacar los siguientes:
-Bóveda de cañón: de forma semicircular comprende el espacio situado entre dos muros paralelos.
-Bóveda de aristas: formada por el cruce de dos bóvedas de cañón a la misma altura en cuyas intersección son dos elipses denominadas aristas cubriendo un espacio cuadrado, mientras que si las bóvedas son desiguales cubrirán un espacio rectangular, utilizadas por tanto para cubrir estancias con estas formas.
-Bóveda semiesférica: representa la mitad de una esfera y hace las veces de cúpula formando un hemisferio utilizado en las construcciones circulares.
-Bóveda de semicúpula o ábside: utilizada para cubrir este tipo de espacios en los templos religiosos está formada por un cuarto de esfera.
Por otro lado el arco fue un elemento muy usado en el panorama romano, tanto en dinteles de puertas y ventanas como en los grandes arcos monumentales que se caracterizarán por ese papel de propaganda política mencionado antes. Los arcos se encontraban formados por un conjunto de dovelas, siendo el centro de todas estas la conocida como clave, situada en el centro de los empujes del arco, el cual encuentra su apoyo en las líneas de impostas a sus laterales. La parte exterior de este será la conocida como extradós y la interna como intradós utilizándose como modelo principal el arco de medio punto.
Los arcos del triunfo serán la otra tipología realizadas en honor a las victorias militares de los generales romanos y que funcionan como estructuras independientes al resto conformada por pilastras macizas unidas por arcos en cuya parte superior se encuentra rematada por el ático, una estructura de gran tamaño destinada a albergar las representaciones de la victoria, esculturas, inscripciones y demás detalles que identifiquen el acto al que se está rindiendo homenaje, una decoración que puede extenderse a las partes inferiores como las pilastras a las que se les puede adosar columnas de los diferentes ordenes y demás decoraciones.
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